Los sacos de rafia de polipropileno laminados disponen de un lámina de polietileno adherida al cuerpo del saco para hacerlo más impermeable y menos transpirable.
Dicha laminación puede ser interior o exterior siendo esta la más habitual.
La laminación ayuda a que el tejido no se deshilache en los casos en los que el saco tiene la boca abierta y cortada mediante corte térmico, o cuando se ha realizado algún tipo de troquel para su más cómoda manipulación.