Este tipo de Container Liner es el más habitual por lo que a barras de contención trasera se refiere.
Las propias paredes del contenedor realizan la función de contención respecto a la presión que ejerce la carga a granel interior, pero al abrir la puerta trasera del contenedor, para su carga y descarga, son necesarias en la mayoría de casos unas barras de acero de contención adicional para que el Container Liner no se deforme o incluso se rompa sin la contención de la puerta trasera abierta.
Estas barras evitan también el posible desplazamiento del Container Liner completo hacia fuera cuando la puerta está abierta, y protegen de la deformación de las puertas («Bulging») cuando están cerradas.
Todos los contenedores incorporan unos resortes donde anclar las barras que a su vez se introducen en unas asas del propio Container Liner para su sujeción.
La ubicación de las barras debe ser compatible con los elementos de posible carga y descarga posterior.
Las barras suelen ser hierro, hierro galvanizado o acero (algo más resistente que el hierro) y pueden ser de sección cuadrada o circular. Sus dimensiones habituales son de 40 mm de sección x 2400 mm de largo x 2.8 mm de grosor y tienen un peso aproximado d 5,2 Kg cada una de ellas.
Son necesarias 3 barras para contenedores de 20 pies y 4 barras para contenedores de 40 pies HQ.
En muchas ocasiones, el propio cliente adquiere de forma local las barras para no incurrir en gastos de transporte elevados por el envío de las barras pesadas de acero.
Este tipo de Container Liner se usan principalmente para contener productos que no fluyen con extrema facilidad como el cemento o el almidón.
En algunos casos donde la carga no es especialmente pesada pueden sustituirse las barras de contención por cinchas colocadas en forma de Cruz de san Andrés. En cualquier caso, deberían siempre hacerse pruebas de montaje, carga y descarga antes de tomar una decisión sobre el método de contención posterior más adecuado.